LAS
MONARQUÍAS
CAPÍTULO
IX
EL POLLO
“ I CAN´T GET NO”
Después de desayunarse mi
cuñado y Agostiño se acercaron a una perfumería de Trijueque y compraron
el kit de brochas de maquillaje más
profesional que encontraron, que incluía
desde la brocha de delineado de ojos, pasando
por la de coloretes, hasta la de prebase y contornos.
Nada más llegar a la granja,
mi cuñado, ardiendo en deseos, se dispuso a bajar al pozo (Desde ahora
yacimiento) ataviado de su juego de brochas recién comprado. Al instante subió
el pico y la pala para que no hicieran estorbo.
-
Tenga, póngalas
por ahí – dijo
Agostiño, como si hubiera
visto dos cobras filipinas en herramientas,
dijo, mirándolas con repugnancia infinita:
-
¿Le importa que
baje con usted?
Mi cuñado aceptó la ayuda. Ya
abajo abrió el estuche de brochas.
- ¿Cuál prefiere?
- Esta
- La del colorete. Pues yo
elijo la correctora de ojos, que es un poquito más consistente.
Y ambos comenzaron a
desenterrar con sumo cuidado el fósil.
No tardaron en hallar el segundo hueso. Era un pequeño cráneo con
una prolongación, como un pico, lo que
desilusionó en un primer momento a mi cuñado, que esperaba descubrir un homo antecessor, tipo al que
descubriera en Ethiopia en 1974 un
paleontólogo estadounidense, y al que llamaron Lucy, o al menos esperaba
encontrar a un pariente carnal de los actuales habitantes de Trijueque.
-
Tal vez – dijo
Agostiño percatándose de la contrariedad de su amigo – no se trate de un pájaro
como a primera vista parece y se trate de un saurio con pico que se tragaba a
sus presas enteras. Porque un homínido con pico… Francamente…
A continuación Agostiño
extrajo lo que parecía una extremidad o pata con cuatro dedos, uno de ellos a modo de espolón.
Siguieron buscando sin encontrar una segunda pata por lo que mi cuñado,
reflexionó.
-
Agostiño, creo
que estamos ante el fósil de un extrañísimo animal monópedo, antecesor de los
bípedos, y que por consiguiente debía
desplazarse a saltetes gracias a una portentosa musculatura.
-
¡Qué remedio le
quedaba al pobre con una sola pata! – dijo Agostiño
Al poco desenterraron la
segunda pata
-
¡Bípedo!
-
¡Ya decía yo! Eso
de caminar a saltetes…, ¡qué quiere que le diga!
A lo que siguió el
descubrimiento de una caja torácica, las vértebras del cuello y dos nuevos y extraños apéndices
sobre lo que era el lomo del animal.
-
Qué extraño ser,
¿verdad, Agostiño?, estamos ante un cuadrúpedo con dos patas arriba, y dos abajo,
con lo que, perfectamente, y sin temor a equivocarnos, podríamos deducir que
este animal que aquí vemos podía caminar boca arriba y boca abajo.
-
Tal vez- dijo
Agostiño – y no lo digo por desilusionar, pero es posible que estas patas
superiores no sean tales, sino alas.
-
Todo puede ser,
Agostiño. No hay que descartar ninguna hipótesis. De cualquier modo, acabemos
de desenterrarlo y subámoslo a superficie para estudiarlo con más detenimiento.
Aquí hay mucha tela que cortar.
Limpiaron el fósil en el fregadero
en el más absoluto silencio. Ante ellos apareció clarísimamente el esqueleto de
un ave. Ambos lo contemplaron embebidos.
-
Mira, Agostiño,
que si hemos encontrado un dinosaurio emplumado, un Kulindadromeus zabaikalicus,
o un probetor, o…
-
Pues para mi que
es un pollo. – objetó Agostiño tajante
-
Demasiado
elemental, querido Agostiño.
-
Hombre, más
elemental que si es un Kulindadromeus zabaikalicus, sí es, para qué nos vamos a
engañar.
-
¿Ah, sí? En ese
caso, respóndame: ¿Qué hace un pollo enterrado a casi cuarenta metros de
profundidad? ¿Eh?
-
Los pavos y los
pollos son muy escarbadores. Se pasan el día escarba que te escarba para
encontrar comida. Eso lo sabe todo el mundo.
-
Cuan simple es
usted, Agostiño. Como mínimo es el polluelo de un archaeopterys.
-
Lo que usted
quiera, pero de pavo no pasa
-
De cualquier
modo, muchas son las preguntas que debemos contestarnos antes de llegar a conclusiones
certeras. Debemos investigar. Y eso es lo que haremos desde mañana mismo:
documentarnos.
-
Sí, será lo mejor
-
Pero antes de
irnos a dormir, creo que lo primero que debemos hacer es dar nombre a nuestro
hallazgo. Sabía usted que Lucy, el australopithecus más antiguo encontrado,
debe su nombre a la canción de los Beatles, Lucy in the Sky with Diamonds?
-
Algo había oído,
sí.
-
Qué le parece
Agostiño, vamos, si a usted le parece bien,
si a este… a este…
-
Pollo. De momento
llamémosle pollo.
-
A
este pollo le llamamos el pollo “I Can´t
Get No”
-
Satisfaction.
Sí, me parece acertado. Yo también soy más de los Rolling Stones.
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