viernes, 26 de junio de 2015

              










                                         



     EL RABO DE SCHRÖDINGER



Hoy va a permitirme, querido lector, el atrevimiento de empezar mi relato con una serie de preguntas trascendentes, con enjundia y conspicuas, muy conspicuas.

Helas aquí:

¿Quién de nosotros no ha sentido alguna vez lo que el gran escritor checo titulara: La insoportable levedad del ser?

¿Quién no ha dudado en alguna ocasión de su propia existencia, o se ha creído un ente errante, fantasmal, un simple y fugaz pensamiento perdido en la nada?

¿O quién de nosotros en algún momento, no ha pensado que está en una superpoción de estados? Es decir, vivo y muerto al mismo tiempo, como el gato de Schrödinger

¿Quién no?

¿Todos?  

¡Pues no!

Yo, no.